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Lo primero y más importante de todo: la anestesia es un procedimiento médico muy seguro que evita que suframos dolores.

Y es que no hay nada que temer de este procedimiento que, curiosamente, es una de las mayores fuentes de estrés antes de una visita al dentista. Aunque quizás sea precisamente por el hecho de que no funcione correctamente…

Por eso el equipo de la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas está aquí para explicarte todo lo que necesitas saber sobre los posibles tipos de anestesia, los efectos secundarios de la anestesia local y las precauciones que se deben tomar después.

¿Qué es la anestesia?

La anestesia es un procedimiento que se utiliza antes de cualquier procedimiento quirúrgico, grande o pequeño… incluso en procedimientos tan comunes, como el empaste de un diente.

En la jerga popular decimos que “congela” la boca. En realidad, lo que hace es adormecer los nervios de la parte del cuerpo donde se realizará el procedimiento para que no se sienta dolor durante el mismo.

 

Tipos de anestesia utilizados en el cuidado dental

En las consultas de los dentistas suelen utilizarse tres tipos de anestesia, aunque el más habitual en la anestesia local.

Anestesia local

Se limita a la boca y por tanto el paciente permanece despierto durante todo el procedimiento. La mayoría de las cirugías dentales utilizan esta forma de anestesia.

Anestesia general

La anestesia general es la forma de anestesia que incluye una pérdida controlada del conocimiento. A veces lo recomienda el dentista, como durante la extracción de las muelas del juicio y otros procedimientos más importantes.

Sedación consciente

La sedación consciente permite que el paciente permanezca consciente, al mismo tiempo que permanece tranquilo y relajado durante el procedimiento. Es mucho más raro en odontología.

Una vez hecho este repaso general, durante el resto del artículo nos centraremos en la anestesia local ya que es la forma más común de anestesia durante el cuidado dental.

 

Los diferentes tipos de anestesia dental

El tipo de anestesia local a utilizar durante un procedimiento odontológico varía habitualmente dependiendo de la zona bucal a dormir. Los tipos más habituales son estos cuatro:

Periapical/paraapical (80% de los casos): esta técnica, con poco o ningún dolor, se utiliza para adormecer una pequeña región específica alrededor del extremo (el ápice) de la raíz de un diente. A menudo se utiliza para adormecer con precisión un diente específico o una zona localizada, como es el caso del tratamiento de una caries.

Intraligamentaria: a diferencia de la anestesia periapical, la intraligamentaria se administra inyectando un anestésico directamente en el ligamento periodontal que rodea el diente a tratar. El entumecimiento es muy localizado y es adecuado, por ejemplo, para extracciones.

Locorregional: esta técnica de anestesia local adormece una región más grande de la boca, un hemiarco por ejemplo, y afecta los dientes, las encías y los tejidos blandos circundantes. Es adecuado para procedimientos más complejos o para adormecer varios dientes a la vez. Se utiliza, habitualmente, para la extracción de las muelas del juicio.

Transcortical u osteocentral: la inyección se realiza en el hueso esponjoso, cerca del ápice y permite que se duerman varios dientes, sin provocar el problema de parálisis del labio o de la boca del paciente tras el procedimiento.

 

Duración, efectos secundarios y alergia a la anestesia local

Normalmente, la anestesia utilizada en las clínicas dentales dura entre 2 y 3 horas, un tiempo que en la mayoría de los casos es más que suficiente para brindar la atención requerida. De todas formas, si es necesario siempre es posible añadir un producto anestésico para prolongar los efectos.

Los efectos secundarios de la anestesia local generalmente no son muy significativos.

En primer lugar, mientras dura el efecto de la anestesia, es posible que se tengan dificultades para comer o hablar. Esto es causado directamente por el entumecimiento en parte de la boca.

También es posible que aparezca un pequeño hematoma en la mejilla en el lugar de la inyección. Este es un efecto secundario más raro, pero no representa ningún peligro y no hay de qué preocuparse ya que desaparecerá por sí solo.

El efecto secundario más grave de la anestesia local que puede producirse es una reacción alérgica. De hecho, en determinados casos, es posible que el organismo reaccione mal a los productos anestésicos. Esta es una reacción extremadamente rara, pero puede ser peligrosa. Evitar este tipo de reacciones es una de las razones por las que los dentistas llevan un registro detallado de las alergias de sus pacientes.

En toco caso, incluso si se produjera una reacción alérgica grave, los dentistas están capacitados y saben cómo reaccionar.

Cuidados después de la anestesia

Si bien, como ya hemos mencionado, los efectos secundarios de la anestesia local son generalmente leves, eso no significa que no deba tomar precauciones mientras está entumecido.

Lo más importante es evitar comer, o comer solo por el lado no afectado por la anestesia. Y es que, como se tiene la boca entumecida es muy fácil morderse el interior de la boca o quemarse con bebidas y alimentos calientes.

Si tienes cualquier otra duda sobre la anestesia que utilizamos en la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, no dudes en preguntarnos.

 

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