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Una corona dental es una restauración hecha a medida, normalmente de porcelana, que recubre el diente para protegerlo e imita en forma y color a un diente natural.

La corona dental suele ser necesaria para restaurar la forma y función de un diente muy dañado o agrietado cuando es necesario reemplazar una gran cantidad de estructura dental, o cuando las paredes del diente que rodean la restauración son muy delgadas y corren riesgo de fractura.

También suele utilizarse cuando un diente ha sido sometido a un tratamiento de conducto, porque se vuelve más frágil y tiene mayor riesgo de fractura: si el diente no está protegido por una corona puede fracturarse y volverse no restaurable, en cuyo caso debería extraerse.

(El “tratamiento de conducto radicular” es el procedimiento que se emplea para salvar el diente si el tejido blando del centro, llamado pulpa, se inflama o infecta de manera aguda)

Por último, hay otro caso en el que se pueden utilizar coronas dentales: cuando una pieza dental tiene la forma o el color incorrecto, este elemento ayuda a restaurar la forma y el color de ese diente.

En la clínica Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas tenemos amplia experiencia en la colocación de coronas dentales y por eso hemos preparado este artículo para compartir contigo la información al respecto.

 

¿Qué tipos de coronas dentales hay?

Corona de porcelana: Actualmente este es el tipo de corona dental más utilizada, porque las porcelanas hoy en día son muy resistentes y es la opción más estética. La corona de porcelana se puede fabricar en una sola cita, utilizando tecnologías modernas.

Corona metal-cerámica: Es una corona compuesta por una capa interna de metal recubierta de una capa de porcelana. Es una restauración muy sólida, pero menos estética porque muchas veces se puede ver el borde de la capa metálica a lo largo de la encía. También es más cara debido al alto coste del oro.

Corona de metal: La corona de metal es muy duradera y puede ser utilizada en una capa más fina cuando el diente es corto. Ahora bien, el metal es visible en toda la superficie del diente y su coste es mayor debido al coste del oro. Hoy en día, esta es una opción muy poco popular.

Beneficios de una corona dental

Estéticos: Una corona dental, especialmente si es de porcelana, imita en todos los sentidos el color y la forma de un diente natural por lo que permite lucir una sonrisa perfecta a quien la lleva.

Resistencia a la compresión: La corona dental es el tipo de restauración más completa que puede elegirse para un diente. Debido a que cubre completamente todas las cúspides (puntas) de la pieza dental, las paredes del diente no podrán fracturarse. Una corona de porcelana tiene una resistencia a la compresión de aproximadamente 500 MPa, similar al esmalte, mientras que una restauración de composite normal solo tiene una resistencia a la compresión de aproximadamente 300 MPa.

Durabilidad: Una corona es más duradera que una restauración compuesta. Un composite dura una media de 6 a 8 años, mientras que una corona dental dura entre 10 y 15 años.

¿Es cara una corona dental?

El precio de una corona dental puede variar mucho dependiendo de diversos factores, incluido el material utilizado, y/o si es necesario colocar un poste o no.

(En ocasiones, antes de poner una corona dental es necesario colocar un poste en la raíz del diente para obtener suficiente anclaje para la corona si el diente está muy dañado)

Por normal general se podría decir que el coste de una corona dental suele ser, aproximadamente, 3 veces mayor que el de una restauración compuesta. Ahora bien, como ya hemos visto, tiene numerosas ventajas.

Consejos para después de la instalación de una corona dental

En los días siguientes a la colocación de una corona dental, es normal experimentar sensibilidad en la encía que rodea el diente, en el lugar de la inyección o incluso en el propio diente. El dolor causado por el frío o por masticar también será normal durante un tiempo, aunque poco a poco irá desapareciendo.

Eso sí, si sientes que el cierre (la mordida) de tus dientes no es normal, es importante avisar a tu dentista para que pueda ajustar la corona.

Durante las primeras 24 horas, hay que evitar comer alimentos pegajosos o duros y usar hilo dental en ambos lados del diente tratado, ya que es posible que el cemento no esté completamente endurecido. A partir de entonces, ya se podrá tratar el diente “coronado” como si fuera un diente normal.

Es importante cepillarlo minuciosamente y usar hilo dental regularmente para aumentar su longevidad y evitar que se produzcan caries en el margen de la restauración. Y si rechinas los dientes (bruxismo), habla con tu dentista para que te recomiende un aparato adecuado para proteger tu dentadura, ya que demasiada fuerza al masticar puede dañar la corona.

Recuerda que en la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas tenemos amplia experiencia en la colocación de coronas dentales ¡No dudes en contactarnos!

 

 

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