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Todos hemos oído casos de personas que han tenido problemas y dolores causados por las muelas del juicio: su extracción es un procedimiento del que se habla a menudo en odontología.

A modo de resumen de todo lo que explicaremos a continuación, puede decirse que las muelas del juicio erupcionan tarde, generalmente hacia el final de la adolescencia… y por ello a menudo carecen de espacio para crecer adecuadamente.

Ese, y no otro, es el quid de este problema tan habitual que trataremos hoy en este blog de la Clínica Dental Dra. Elena Bocage de Las Arenas.

¿Por qué tenemos muelas del juicio? 

Los seres humanos hemos heredado nuestras muelas del juicio de nuestros ancestros.

Hace miles de años, este tercer grupo de molares era necesario ya que permitía masticar bien cuando nuestra dieta estaba compuesta principalmente por carne y alimentos crudos.

Además, como las muelas del juicio erupcionan tarde, también realizaban la función de reemplazar los otros molares que se desgastaban muy rápidamente y que a veces se caían debido a la dieta «cavernícola».

Hoy en día nuestra alimentación ha cambiado mucho y los humanos hemos evolucionado en el sentido de que el tamaño de nuestras mandíbulas ha disminuido durante el proceso.

Por este motivo, las muelas del juicio ahora carecen en muchos casos de espacio para crecer normalmente y colocarse en la arcada dentaria. Por eso es tan habitual que crezcan en la dirección equivocada o en el lugar equivocado de la boca.

Además, por falta de espacio pueden quedar impactadas (es decir, la corona del diente queda completamente debajo de la encía) y también semi-impactadas, lo que significa que la muela está parcialmente en erupción.

¿Tenemos todos muelas del juicio?

Hoy en día, es raro encontrar personas que tengan 32 piezas dentales en la boca (los habituales 28 dientes más 4 muelas del juicio). ¡Y es aún más inusual ver a alguien con los 32 dientes perfectamente alineados y funcionales!

Y es que, el número de muelas del juicio varía generalmente entre una y cuatro… e incluso hay algunas personas más afortunadas que no tienen ninguna y nunca la tendrán.

 

¿Debemos extraer siempre las muelas del juicio? 

La respuesta a esta pregunta es NO, ya que hay personas afortunadas que tienen suficiente espacio en la mandíbula para que sus muelas del juicio crezcan con normalidad y no causen daño a los demás dientes.  Sin embargo, estas personas no son mayoría.

Por este motivo, cuando comienzan a aparecer, es importante que un dentista examine las muelas del juicio para poder evaluar su posición y determinar el nivel de riesgo asociado a dejarlas en la boca.

Llegado el caso, se recomendará la extracción cuando se determine que pueden derivar en complicaciones.

 

Complicaciones asociadas a las muelas del juicio

1- Las muelas del juicio son difíciles de limpiar

Como están ubicadas muy profundamente en el arco dental, es mucho más difícil limpiar adecuadamente las muelas del juicio. Por lo tanto, presentan un riesgo importante de verse afectadas por caries y corren el riesgo de acumular sarro, que está directamente asociado con la enfermedad de las encías.

Por norma general, si los dentistas notamos que un paciente tiene dificultades para mantener una buena higiene alrededor de sus muelas del juicio, o si ya ha padecido problemas, aconsejamos extraerlas.

 

2- Mayor riesgo de infecciones

Las muelas del juicio, especialmente cuando permanecen semi-impactadas, corren el riesgo de generar una infección de las encías.

De hecho, en estos casos, a menudo notamos la presencia de intersticios o pequeños espacios entre el tejido de la encía y la corona del diente. Además, también puede existir la presencia de un opérculo, una parte de la encía que recubre parcialmente el diente.

Es habitual, por lo tanto, que residuos de alimentos y bacterias queden atrapadas en estos espacios, algo que puede provocar pericoronitis.

La pericoronitis provoca hinchazón facial, dolor intenso, dificultad para abrir la boca y, a veces, acumulación de pus. Este tipo de infección puede requerir una consulta dental de urgencia para que el dentista pueda drenar el pus y limpiar la zona afectada. A veces es necesario recetar antibióticos para detener la infección. Por tanto, se trata de un riesgo que no se debe descuidar, ya que las infecciones repetidas pueden provocar lesiones o quistes.

3- Daño a los dientes circundantes

Las muelas del juicio pueden crecer en el eje de rotación incorrecto. Entonces corren el riesgo de quedar impactadas, es decir, que la parte del diente que normalmente es visible (corona) quede debajo de la encía.

En este caso, las muelas del juicio corren el riesgo de ejercer presión sobre las raíces de los dientes vecinos y dañarlos gravemente. Además, esta presión puede provocar una desalineación del resto de dientes.

Ahora que conoces los riesgos asociados a las muelas del juicio podrás comprender por qué a menudo se recomienda su extracción.

Y recuerda, se crees que padeces alguno de los problemas mencionados, en la Clínica Dental Dra. Elena Bocage de Las Arenas estaremos encantados de atenderte. Te esperamos.

 

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