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Hay muchas situaciones cotidianas que pueden hacer que un diente se rompa o se astille: un golpe fuerte, una caída, morder algo duro o incluso un mal hábito como abrir objetos con los dientes son algunos de los más habituales. 

Ahora bien, aunque en algunos casos parezca un daño leve, no conviene restarle importancia: incluso una pequeña fractura puede afectar a la salud del diente -y por extensión, de toda la boca- si no se trata a tiempo.

Por eso en el artículo de hoy, desde la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, queremos explicarte qué hacer si se te rompe o astilla un diente… y cómo actuar para conservar tu sonrisa en perfecto estado.

 

Lo primero: mantener la calma y actuar rápido

Ante un diente roto o astillado, el tiempo es clave. Y es que, actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre conservar o perder la pieza dental.

Estos son los pasos que debes seguir ante esta situación:

  • Enjuaga la boca con agua tibia para limpiar la zona.
  • Aplica frío local en la mejilla si hay inflamación o dolor.
  • Guarda cualquier fragmento del diente que encuentres, preferiblemente en leche o suero fisiológico, y llévalo al dentista.
  • Evita masticar por ese lado hasta recibir atención profesional.
  • No intentes pegar el fragmento por tu cuenta, ya que podrías agravar la lesión.

 

Y sobre todo… ¡¡acude lo más pronto posible al dentista!

Cuanto antes se evalúe y trate el daño, más sencilla y efectiva será la solución.  

Tipos de fracturas dentales más frecuentes

 No todas las fracturas dentales son iguales, algo muy importante ya que, según la extensión del daño y la zona afectada, el tratamiento puede variar.

Las más comunes son estas:

Astillamiento del esmalte

Es la fractura más leve y afecta solo a la capa externa del diente; generalmente provoca una pequeña irregularidad o borde áspero, pero no suele causar dolor. Se soluciona fácilmente con un pulido o una reconstrucción estética mediante composite. 

Fractura moderada

Cuando la rotura llega a la dentina (la capa interna del diente) puede aparecer sensibilidad al frío, al calor o al masticar. En este caso, puede ser necesario reconstruir el diente o colocar una carilla dental para protegerlo. 

Fractura grave

Si la rotura alcanza el nervio o la pulpa dental, puede causar dolor intenso o inflamación.
Será necesario realizar una endodoncia para eliminar la infección y, posteriormente, colocar una corona que refuerce el diente. 

Fractura con desplazamiento o raíz afectada

Cuando el diente se mueve o la raíz está dañada, se trata de una urgencia dental. En estos casos, es fundamental acudir de inmediato al dentista para valorar si puede recolocarse o estabilizarse la pieza.

 

¿Y si se trata de un diente de leche?

En niños, los golpes suelen ser bastante más frecuentes y la forma de afrontar la situación es distinta, ya que si se rompe o se cae un diente de leche, no debe volver a colocarse.
Aun así, es importante acudir al odontopediatra para comprobar que no haya daño en el germen del diente permanente que está debajo.


Además, en algunos casos, puede ser necesario colocar un espaciador para evitar que los dientes vecinos se desplacen.

 

Tratamientos según el tipo de fractura

El tratamiento dependerá, en cada caso, del tipo y la gravedad de la fractura, pero los más habituales son:

  •       Reconstrucción con composite: ideal para astillamientos o fracturas pequeñas. Devuelve la forma y el color original al diente.
  •       Carillas de porcelana o composite: perfectas para recuperar la estética cuando hay pérdida de esmalte o fracturas moderadas.
  •       Corona dental: indicada en fracturas amplias o cuando el diente ha perdido mucha estructura.
  •       Endodoncia: necesaria si la fractura afecta al nervio, para conservar el diente y eliminar la infección.
  •       Implante dental: cuando el daño es tan severo que la pieza no puede salvarse. 

El dentista también valorará si es necesario ajustar la mordida o realizar controles posteriores para asegurar que el diente se mantenga estable.

 

Cómo prevenir que vuelva a ocurrir

Aunque algunos accidentes son inevitables, hay hábitos que ayudan a reducir el riesgo de fracturas: 

  •       No muerdas objetos duros, como hielo o bolígrafos.
  •       Usa protector bucal si practicas deportes de contacto.
  •       Evita usar los dientes como herramienta para abrir envases o cortar hilos.
  •       Mantén una buena salud bucodental, ya que un diente debilitado por caries o desgaste se rompe con más facilidad.

 

Resumiendo…

Actuar con rapidez ante un diente roto o astillado es fundamental para evitar complicaciones y conservar la sonrisa.


En la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, podemos ayudarte a valorar el daño y restaurar la pieza de forma estética y duradera, ya que contamos con tecnología avanzada y un equipo especializado en odontología conservadora y estética, preparado para tratar fracturas dentales de forma rápida, segura y con resultados naturales. 

Si has sufrido un golpe, notas una esquina rota o una pequeña fisura, no lo dejes pasar y tampoco

Esperes a que duela o empeore, ya que incluso una mínima grieta puede derivar en sensibilidad o infección con el tiempo… Así que pide cuanto antes cita para una revisión.