Quizá has escuchado alguna vez aquello de “me han tenido que hacer una endodoncia” y no tienes claro qué significa exactamente.
A muchas personas les genera inquietud porque lo relacionan con dolor, complicaciones o tratamientos largos… pero la realidad es que la endodoncia es un procedimiento muy seguro cuyo objetivo principal es salvar un diente que, de otro modo, podría perderse.
En este artículo, desde la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, queremos explicarte de forma clara y sencilla qué es una endodoncia, cuándo se necesita y cómo es el proceso paso a paso.
¿Qué es exactamente una endodoncia?
La endodoncia, también llamada tratamiento de conductos, es un procedimiento que se realiza cuando el nervio del diente (la pulpa) está dañado, inflamado o infectado.Ese nervio se encuentra en el interior de las piezas dentales y está formado por vasos sanguíneos y fibras nerviosas que mantienen el diente con vida.
Cuando la pulpa se inflama o se infecta, puede causar dolor intenso, sensibilidad prolongada, molestias al masticar, inflamación en la encía, e incluso infecciones.
La endodoncia consiste en eliminar esa pulpa dañada, limpiar los conductos por dentro y sellarlos, conservando la estructura del diente para que puedas seguir utilizándolo con normalidad.
¿Por qué puede dañarse el nervio de un diente?
Existen varias causas que pueden afectar al interior del diente:
1. Caries profundas
Es el motivo más habitual. Cuando una caries avanza y llega a la pulpa, provoca inflamación e infección.
2. Fracturas o golpes
Un traumatismo puede dañar el nervio incluso si el diente no parece roto desde fuera.
3. Desgaste severo
El bruxismo o erosiones muy avanzadas pueden dejar la pulpa expuesta.
4. Tratamientos repetidos en el mismo diente
Cuando un diente ha sido tratado varias veces, la pulpa puede irritarse y necesitar una endodoncia.
5. Infecciones previas
Una infección que no se trató a tiempo puede extenderse al nervio.
Lo importante es que, en la mayoría de estos casos, la endodoncia permite conservar el diente, evitando su extracción.
¿En qué casos se recomienda una endodoncia?
Aunque cada caso es diferente, hay síntomas que suelen indicar que el nervio está afectado: un dolor que aparece espontáneamente, dolor al morder o masticar, sensibilidad al frío o al calor que dura mucho tiempo, hinchazón o flemón, cambio de color del diente, sensación de latido o presión en la zona…
De hecho, a veces, ni siquiera duele. Por eso es tan importante realizar revisiones periódicas: un diente puede necesitar endodoncia, aunque no dé síntomas.
En qué consiste una endodoncia, paso a paso
Aunque pueda sonar complejo, el procedimiento está muy protocolizado y se realiza con técnicas avanzadas que permiten que sea seguro, predecible y cómodo. Estos son los pasos que se siguen:
1. Anestesia local
Se adormece la zona para que el tratamiento sea completamente indoloro.
2. Acceso al interior del diente
Se realiza una pequeña apertura en la parte superior del diente para llegar a los conductos.
3. Eliminación de la pulpa dañada
Se retira el nervio inflamado o infectado.
4. Limpieza y desinfección de los conductos
Se desinfectan los conductos internos para eliminar bacterias y restos.
5. Sellado de los conductos
Una vez limpios, se rellenan con un material especial que evita que vuelvan a contaminarse.
6. Restauración final
Dependiendo del daño previo, el diente se puede reconstruir o proteger con una corona para devolverle fuerza y funcionalidad.
Una vez finalizado el procedimiento, el diente queda completamente sellado por dentro y puede funcionar igual que cualquier otro.
¿Duele una endodoncia?
Es una de las preguntas más frecuentes. Y la respuesta es clara: no debería doler.
La anestesia permite realizar el tratamiento sin molestias. Ahora bien, después del procedimiento, es normal notar sensibilidad o pequeñas molestias al masticar durante unos días, ya que la zona ha estado inflamada.
Una vez la inflamación disminuye, la mayoría de las personas vuelven a la normalidad sin problema.
¿Qué cuidados necesita un diente después de una endodoncia?
El diente tratado puede seguir funcionando como cualquier otro -un diente correctamente tratado y restaurado puede durar muchos años- pero conviene cuidar algunos aspectos:
- Evitar alimentos muy duros los primeros días
- Mantener una higiene cuidadosa
- No saltarse revisiones
- Proteger el diente si necesita una corona
- Evitar masticar de un solo lado si hay molestias recientes.
Resumiendo…
Una endodoncia es un tratamiento que permite salvar un diente dañado, aliviando el dolor y evitando su pérdida: se trata de un procedimiento muy seguro, rutinario y eficaz, que restaura la funcionalidad de la pieza dental.
Si notas dolor persistente, sensibilidad prolongada o cualquier molestia que te preocupe, una valoración profesional puede ayudarte a saber si necesitas una endodoncia o si existe otra alternativa. ¿Te pasa? Pídenos una cita hoy mismo.
En la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas estamos aquí para ayudarte a mantener tu sonrisa sana, fuerte y libre de molestias.