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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es uno de los mayores desencadenantes de enfermedades bucodentales: estudios revelan que entre el 40-50% de los fumadores, sufren de problemas de salud dental como manchas amarillas o enfermedades periodontales.

Y es que, aunque a menudo se subestiman los efectos del tabaco en la cavidad oral, sus repercusiones pueden ser graves y duraderas.

Por eso en la entrada de hoy del blog de la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, vamos a hacer un repaso de los problemas de salud dental asociados al consumo de tabaco… ¡y ofrecerte algunas sugerencias para evitarlos!

Aunque la más evidente de todas seguro que ya sabes cual es: DEJAR DE FUMAR.

¿Cómo afecta el tabaco a la salud dental?

El consumo de tabaco, ya sea a través de cigarrillos, puros, tabacos masticables o, incluso, dispositivos electrónicos, afecta a la boca y a los dientes de diversas formas. Algunos de los problemas más frecuentes que este hábito ocasiona con:

Manchas y decoloración dental

El tabaco es uno de los principales causantes de la pérdida de color en los dientes debido a las sustancias químicas presentes en él, especialmente la nicotina y el alquitrán.

Este tipo de compuestos tienden a fijarse en el esmalte dental, generando manchas amarillas y marrones que, además de antiestéticas, suelen ser difíciles de eliminar con una limpieza convencional y requieren atención profesional para restaurar el color original de los dientes.

Mal aliento (halitosis)

El mal aliento es un problema frecuente entre quienes fuman. Y es que, las sustancias del tabaco favorecen la creación de compuestos sulfurados en la boca, lo que da lugar a un mal aliento crónico y desagradable.

Por si fuera poco, fumar también disminuye la producción de saliva, algo que agrava la halitosis, ya que la saliva es esencial para mantener la higiene bucal y evitar bacterias.

Caries

La disminución en la producción de saliva que hemos mencionado, también conlleva que el uso de tabaco esté vinculado a un mayor riesgo de caries; la reducción salival y la acumulación de placa bacteriana facilitan el desarrollo de las mismas.

Enfermedades periodontales

El consumo de tabaco también compromete el sistema inmunológico y reduce la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, lo que impacta directamente en las encías, volviéndolas más susceptibles a enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis.

Por tanto, aquellos que fuman presentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar infecciones en las encías, las cuales, si no se tratan adecuadamente, pueden llevar a la pérdida de dientes.

Además, la nicotina también causa vasoconstricción en las encías, lo que significa que disminuye el flujo sanguíneo en esa área. Como resultado, se ven afectados los nutrientes y el oxígeno que alcanzan las encías, perjudicando así la salud de los tejidos y complicando el proceso de cicatrización tras cualquier intervención o lesión.

Retracción de las encías

El tabaco es uno de los factores que contribuyen a la retracción gingival, una condición en la que las encías se desplazan hacia la raíz del diente, exponiendo áreas que normalmente están cubiertas y protegidas.

Esta retracción no solo afecta a la apariencia de la sonrisa, sino que también incrementa la sensibilidad dental y favorece el riesgo de desarrollar caries en las raíces.

Cáncer oral

Una de las consecuencias más severas del consumo de tabaco es el cáncer oral.

Y es que, tanto el tabaco fumado como el masticado contienen sustancias cancerígenas que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer en la boca. Un tipo de cáncer que puede afectar diversas partes como la lengua, las encías, el paladar, los labios y la garganta.

En este sentido, conviene recordar que la detección temprana es clave para tratar el cáncer oral, por lo que es fundamental acudir a revisiones dentales periódicas, especialmente si se es fumador.

Consejos para prevenir el daño del tabaco

Desde la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, te ofrecemos los siguientes consejos para ayudarte a prevenir el daño del tabaco:

  • Revisiones odontológicas periódicas: Visita al dentista al menos dos veces al año para detectar y tratar problemas a tiempo.
  • Higiene bucal estricta: Cepíllate los dientes al menos dos veces al día, y usa hilo dental y enjuagues antibacterianos.
  • Eliminar el tabaco gradualmente: Si eres fumador crónico, considera el vapeo sin nicotina o intentar practicar una reducción progresiva del consumo.
  • Evitar el tabaco de mascar: Este formato de tabaco es también muy perjudicial para la salud bucal; por tanto, es imperante prescindir de su uso.
  • Mantener una buena hidratación: Beber agua frecuentemente ayuda a combatir la sequedad bucal y a reducir el riesgo de caries y mal aliento.

Como has podido comprobar, es evidente que el tabaco genera graves consecuencias para la salud bucal, incluyendo decoloración, enfermedades periodontales e incluso cáncer.

Por eso, además de recordarte que en la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, siempre estaremos a tu disposición para consultas y revisiones que te ayuden a conservar una boca sana, volvemos a insistir en la importancia de NO FUMAR.

 

 

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