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Esa molestia aguda que sientes al tomar un café caliente o un helado no es casual; lo más probable es que tengas sensibilidad dental.

Y es que, la sensibilidad dental es un problema muy frecuente, que aunque no suele ser grave, sí puede afectar a tu bienestar diario y a la forma en que disfrutas de la comida o la bebida.

Por eso, en el artículo que hemos preparado hoy las profesionales de la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, queremos explicarte qué causa esta sensibilidad, cómo puedes aliviarla y qué hacer para evitar que vuelva a aparecer.

 

¿Qué es exactamente la sensibilidad dental?

La sensibilidad dental se produce cuando la dentina, la capa interna del diente, queda expuesta. Esa dentina contiene miles de microtúbulos que conectan directamente con el nervio dental.

Cuando están al descubierto, los estímulos externos —frío, calor, dulce, ácido o incluso el aire— llegan con más intensidad al nervio, provocando ese dolor rápido, intenso y difícil de ignorar.

 

Causas más habituales de la sensibilidad dental

La sensibilidad no aparece de la nada. Su origen suele estar relacionado con alguno de los siguientes factores:

1. Cepillado demasiado fuerte

Cepillarse con demasiada presión o usar un cepillo de cerdas duras puede desgastar el esmalte y retraer ligeramente la encía, dejando zonas sensibles expuestas.

2. Desgaste del esmalte, algo que generalmente suele deberse a:

  • Bruxismo (apretar o rechinar los dientes),
  • Consumo habitual de alimentos o bebidas ácidas,
  • Consumo habitual de refrescos carbonatados
  • Erosión natural con el paso del tiempo.

¿Y por qué el desgaste del esmalte dental produce sensibilidad dental? Porque cuando el esmalte se vuelve más fino, la dentina queda mucho más vulnerable.

3. Retracción de encías

Cuando la encía se retrae, deja al descubierto la raíz del diente, una zona especialmente sensible a cambios de temperatura ya que no está protegida por esmalte. 

4. Caries o pequeñas fisuras

Una caries sin tratar o una microfractura puede permitir que el frío y el calor lleguen más fácilmente al nervio del diente.

5. Blanqueamientos recientes

Algunos tratamientos estéticos pueden generar sensibilidad temporal, sobre todo si el esmalte ya estaba algo debilitado.

6. Pastas abrasivas o productos no recomendados

Ciertas pastas “blanqueadoras” erosionan ligeramente la superficie del esmalte, aumentando la sensibilidad con el tiempo. Conocer la causa es fundamental para elegir el tratamiento adecuado.

La sensibilidad dental: causas, soluciones y cómo evitarla

Cómo aliviar la sensibilidad dental

La buena noticia es que la sensibilidad sí tiene solución. En la mayoría de los casos mejora claramente con un diagnóstico correcto y algunos cambios en la rutina de cuidado.

Aquí tienes las medidas más eficaces:

1. Usar una pasta para dientes sensibles

Estas pastas ayudan a bloquear los microtúbulos de la dentina, reduciendo la transmisión del dolor.

2. Cepillarte con suavidad

Siempre con un cepillo de cerdas suaves y movimientos circulares.
No hace falta apretar: cepillar fuerte no limpia más, solo desgasta.

3. Reducir los alimentos ácidos

Refrescos, cítricos, vinagres o bebidas energéticas pueden erosionar el esmalte.
Si los consumes, espera al menos 30 minutos antes de cepillarte.

4. Usar colutorios sin alcohol

Los colutorios con flúor o ingredientes calmantes ayudan a proteger el esmalte sin irritar la boca.

5. Acudir al dentista para aplicar tratamientos desensibilizantes

Existen barnices, lacas y geles específicos ofrecen un alivio rápido y ayudan a sellar los túbulos dentinarios.

6. Tratar el origen del problema

Cuando la sensibilidad se debe a una caries, una fisura, un desgaste severo o una retracción de encía, será necesario corregir ese problema para que la sensibilidad desaparezca.

Cómo prevenir que vuelva a aparecer

La mejor manera de evitar la sensibilidad es proteger el esmalte y mantener una buena rutina de higiene. Estas son las claves:

  • Cepíllate dos o tres veces al día sin ejercer demasiada presión.
  • Usa hilo dental o cepillos interdentales a diario.
  • Elige pastas poco abrasivas y ricas en flúor.
  • Evita morder objetos duros, como hielo o bolígrafos.
  • Si rechinas los dientes, utiliza una férula de descarga nocturna.
  • Evita el uso de productos blanqueadores sin supervisión profesional.
  • Acude a revisiones periódicas, incluso si no notas molestias.

Estos hábitos pueden prevenir nuevas molestias y proteger tu esmalte a largo plazo.

En la Clínica Dental Elena Bocage cuidamos de tu bienestar

La sensibilidad dental puede parecer una molestia pequeña, pero casi siempre es la forma que tiene el diente de avisar de que algo no va del todo bien. Por eso, cuando aparece de manera frecuente, es importante realizar una valoración profesional: solo así es posible identificar la causa real y determinar cuál es el tratamiento más adecuado para cada caso.

Desde la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, nuestro objetivo es ofrecer información clara y accesible para que puedas entender mejor por qué surge la sensibilidad y qué opciones existen para aliviarla y prevenirla en el futuro.

 

Resumiendo…

La sensibilidad dental no es algo con lo que debas convivir.
Con un buen diagnóstico, unos hábitos adecuados y los tratamientos correctos, puedes reducir el dolor, fortalecer el esmalte y recuperar tu comodidad al comer o beber.

En la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, estamos aquí para ayudarte a mantener tu sonrisa sana, fuerte y libre de molestias.