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Cuidar de la salud bucal desde los primeros años de vida es algo que va mucho más allá de lo estético. Se trata de una inversión en bienestar, autoestima y calidad de vida.

Sin embargo, cada fase del desarrollo infantil y adolescente exige un enfoque específico adaptado a las necesidades individuales de las diferentes edades.

En la Clínica Dental Elena Bocage de las Arenas tenemos amplia experiencia en ello y por eso en el artículo de hoy queremos compartir unos cuantos tips necesarios para fomentar hábitos saludables que, una vez asimilados, perdurarán toda la vida.

Infancia: los dientes de leche son más significativos de lo que parecen

Aunque los dientes de leche son transitorios, cuidarlos correctamente es fundamental ya que cumplen funciones vitales: permiten una correcta masticación, apoyan el desarrollo del habla y reservan espacio para los dientes permanentes.

Hay que tener en cuenta también, que muchas de las afecciones bucales que pueden ocurrir en la edad adulta tienen sus raíces en la infancia, ya sea por una higiene inadecuada, una dieta desequilibrada o por la ausencia de revisiones regulares.

Por ejemplo, una caries que no se trate puede provocar infecciones, dolor y afectar el crecimiento de la mandíbula. A la contra, identificarla a tiempo (lo mismo que una maloclusión o cualquier anomalía en el desarrollo dental) puede prevenir tratamientos complejos en el futuro.

Por esta razón, la primera consulta al dentista se debería llevar a cabo alrededor del primer año de vida o cuando erupcione el primer diente… y, desde ese momento, lo más recomendable es establecer controles periódicos, al menos cada 12 meses, para asegurar un desarrollo dental adecuado y detectar cualquier indicio de posible trastorno o enfermedad.

Asimismo, es muy importante recalcar que durante la primera infancia se establecen hábitos de higiene que luego se mantendrán toda la vida.

Cepillarse los dientes dos veces al día con la ayuda de un adulto, utilizar pasta dental con flúor en la cantidad adecuada y restringir la ingesta de azúcares son prácticas simples que pueden marcar la diferencia entre una futura dentadura sana y una afectada por múltiples problemas.

Adolescencia: la sonrisa como parte integral de la identidad

La adolescencia supone un periodo de transformaciones físicas, emocionales y sociales fundamental en nuestro desarrollo personal.

Y la salud bucodental no es una excepción: durante esta etapa, es habitual que surjan inconvenientes relacionados con la alineación dental, encías irritadas debido al uso de aparatos ortodónticos, o una higiene bucal menos rigurosa por falta de rutina.

En estas situaciones, el control familiar (y odontológico) es fundamental.

No solo se trata de realizar tratamientos, sino también de educar y motivar al adolescente para que asuma el control sobre su salud oral.

Además, no olvidemos que una sonrisa saludable contribuye a aumentar la autoestima y facilita las relaciones sociales, aspectos clave en este momento de la vida.

Ortodoncia preventiva y funcional: herramientas para un buen desarrollo

En la Clínica Dental Elena Bocage de las Arenas, somos defensores de la ortodoncia temprana cuando es necesario.

Esto no implica saturar la boca con aparatos desde pequeños, sino realizar intervenciones oportunas en cuanto se detectan problemas en la mordida, el crecimiento óseo o el patrón de erupción dental.

Y es que, con las innovadoras y mínimamente invasivas técnicas actuales, hoy en día es posible dirigir el crecimiento facial y prevenir la necesidad de tratamientos más complicados en la edad adulta.

Además, la tecnología digital facilita la planificación exacta de cada etapa del tratamiento, permitiendo a padres y madres visualizar proyecciones realistas de los resultados.

El papel de las familias

Los padres y cuidadores juegan un rol esencial en el proceso de fomentar hábitos saludables de cuidado dental.

Ellos son los principales responsables de inculcar las rutinas, de acompañar a los niños a sus citas odontológicas y de enfatizar la necesaria relevancia de seguir una buena higiene dental diaria.

Por nuestra parte, en la clínica apoyamos esta labor proporcionando consejos para cada etapa de desarrollo.

Y cuando les toca “la temida visita al dentista”, como entendemos que cada niño es diferente, con sus propios temores, necesidades y ritmos, nuestra prioridad es que se sientan a gusto, seguros y comprendidos desde el primer momento.

Un niño que tiene una experiencia positiva en el dentista es un adulto mucho más propenso a cuidar de su salud bucodental.

Consejos para preservar una sonrisa saludable desde casa

Como hemos visto, para que nuestro hijo o hija llegue a ser un adulto responsable de su salud bucodental, hay mucho que podemos hacer:

  • Iniciar la higiene dental en la niñez: Cepillarse con pasta fluorada desde que surge el primer diente y acompañar este hábito hasta los 8-10 años.
  • Evitar el uso prolongado del biberón y el chupete: Estos pueden afectar la alineación de los dientes.
  • Mantener una dieta equilibrada y baja en azúcares: Fundamentalmente en lo que respecta a bebidas y snacks procesados.
  • Uso adecuado de flúor: Debe ajustarse a la edad del niño y seguir las recomendaciones del odontopediatra.
  • Realizar revisiones regulares: Aunque no haya molestias, la prevención es crucial.

RESUMIENDO… cada fase del crecimiento necesita atención particular; por tanto, cuidar los dientes desde los primeros años no solo evita problemas futuros, sino que también promueve la confianza, el bienestar y la calidad de vida.

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