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El hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, principalmente durante el sueño, se conoce como bruxismo.

Y aunque se trata de una patología muy frecuente, muchas personas no están conscientes de que la padecen, algo que puede acabar generando problemas graves ya que sus consecuencias van más allá del desgaste dental, afectando también a la articulación de la mandíbula, causando molestias musculares y deteriorando notablemente la calidad de vida.

En la Clínica Dental Elena Bocage de las Arenas, estamos acostumbrados a tratar el bruxismo y por eso en este artículo queremos darte información sobre los tratamientos más efectivos.

Además, también compartiremos contigo algunos remedios caseros que pueden ayudarte a aliviar las molestias mientras recibes atención profesional.

Cómo identificar si se tiene bruxismo

Al principio, el bruxismo suele pasar desapercibido, especialmente cuando ocurre durante la noche. No obstante, existen signos que pueden indicar su presencia:

  • Dolor en la mandíbula al despertar
  • Dolores de cabeza por tensión
  • Sensibilidad en los dientes
  • Desgaste inusual en las piezas dentales
  • Ruidos al abrir o cerrar la boca
  • Tensión o rigidez en el cuello y hombros
  • Interrupciones del sueño sin causa aparente

Cuando se sienten uno a varios de estos síntomas, es aconsejable visitar a un profesional para una evaluación, ya que detectarlo a tiempo ayuda a evitar daños mayores y facilita el diseño de un plan de tratamiento adecuado.

¿Qué tratamientos odontológicos existen para el bruxismo?

La forma de combatir el bruxismo requiere de un enfoque completo e integral, dado que sus causas pueden ser muy variadas: estrés, desalineaciones dentales, alteraciones en el sueño o incluso condiciones neurológicas.

Algunos de los tratamientos más comunes suelen ser:

1. Dispositivos de protección nocturna 

Conocidos como férulas de descarga u oclusales, son la opción más frecuente y efectiva.

Consisten en un protector transparente diseñado a medida que se coloca en los dientes superiores o inferiores durante la noche con el objetivo de impedir el contacto directo entre los dientes y disminuir la presión sobre la articulación temporomandibular.

Además de salvaguardar las piezas dentales, estas férulas también facilitan la relajación de los músculos faciales, ayudando a aliviar molestias mandibulares y a reducir la tensión acumulada.

2. Corrección oclusal 

En ciertos casos, el bruxismo está relacionado con una mala alineación dental (maloclusión), por lo que corregir la misma es una forma efectiva de solucionar el problema.

La corrección oclusal consiste en realizar ajustes precisos en la forma de algunas piezas dentales para conseguir una mordida equilibrada… y puede complementarse con ortodoncia en aquellos pacientes cuya posición dental requiera ser modificada para aliviar la carga sobre la mandíbula.

3. Rehabilitación odontológica 

Cuando el desgaste de los dientes causado por el bruxismo es severo, resulta imprescindible restaurar su forma y funcionalidad mediante la colocación de carillas, coronas o incrustaciones. Esta intervención no solo busca mejorar la apariencia estética, sino también recuperar una mordida equilibrada que contribuya a prevenir futuras recaídas.

4. Tratamiento del estrés y soporte psicológico 

Es imposible hablar de bruxismo sin considerar su relación con el estrés, ya que muchos casos están vinculados a tensiones emocionales, ansiedad o trastornos del sueño. Por ello, en ciertas circunstancias, se recomienda complementar el tratamiento dental con técnicas de relajación, terapia psicológica o incluso apoyo farmacológico bajo indicación médica.

¿Y qué acciones puedes realizar en casa mientras tanto? 

Aunque la atención odontológica profesional es fundamental para solucionar de manera definitiva el problema del bruxismo, existen algunas medidas caseras para aliviar las molestias asociadas.

Unos remedios que, si bien no sustituyen la consulta profesional, pueden ser muy útiles como complemento:

1. Uso de calor local 

Aplicar una toalla tibia sobre la mandíbula, antes de dormir, durante 10-15 minutos ayuda a relajar los músculos faciales y a reducir la rigidez muscular. Este sencillo acto puede marcar una gran diferencia si se realiza con constancia.

2. Masajes faciales

Un suave masaje en las mejillas, la mandíbula y las sienes puede ayudar a liberar la tensión muscular. Para ello es aconsejable usar aceite de lavanda o eucalipto ya que intensifican el efecto relajante.

3. Ejercicios para la mandíbula 

Realizar ejercicios controlados de apertura y cierre de la boca, siempre bajo la orientación de un profesional, puede contribuir a mejorar la movilidad y disminuir la sensación de bloqueo. Estos ejercicios también ayudan a fortalecer los músculos de la articulación temporomandibular.

4. Evitar alimentos duros 

Es aconsejable evitar alimentos difíciles de masticar, como nueces, turrones o carnes muy fibrosas. Además, es recomendable restringir el consumo de chicles y cualquier actividad que implique una presión constante sobre los dientes.

5. Técnicas de relajación 

Añadir rutinas de relajación antes de dormir, como la respiración profunda, el yoga o la meditación guiada, puede reducir los episodios de bruxismo nocturno provocados por el estrés. Asimismo, reducir el tiempo frente a las pantallas antes de dormir puede tener un impacto significativo.

Está demostrado que rechinar o apretar los dientes influye en el descanso, en el estado emocional y en la calidad de vida… por eso en la Clínica Dental Elena Bocage de las Arenas, tratamos el bruxismo desde sus raíces, cuidando tanto de tu sonrisa como de tu bienestar integral.

¿Crees que puedas sufrir de bruxismo? Llámanos hoy mismo para pedir tu cita.

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