El “dolor de muelas” es, generalmente, una señal de que algo no está bien en nuestra boca; se trata de uno de los síntomas de enfermedades dentales tan variadas caries, inflamación del nervio, encías irritadas, un empaste que ha fallado, o incluso un diente fracturado.
Actuar con rapidez cuando se percibe las primeras veces, puede marcar la diferencia entre una solución sencilla y un tratamiento más complejo.
Por este motivo, en Clínica Dental Elena Bocage de las Arenas hemos preparado esta pequeña guía práctica para ayudarte a saber qué hacer en caso de sufrirlo.
Dolor de muelas…¿qué se siente?
El dolor de muelas suele ser un dolor bastante característico. Aunque varía según la causa, normalmente se describe así:
Dolor punzante o sordo: puede sentirse como un dolor constante, molesto, o como pinchazos intermitentes, especialmente al masticar.
Localización: suele centrarse en una muela específica, pero a veces se extiende a la encía, mandíbula, oído o incluso a la cabeza.
Sensibilidad: como ya hemos indicado, habitualmente se intensifica al morder, masticar, o al tomar alimentos o bebidas muy frías o calientes.
Dolor irradiado: en casos más intensos, puede sentirse en la sien o en el cuello del mismo lado.
También es habitual que el dolor de muelas sea más agudo por la noche (cuando uno está tumbado) y tiende a no aliviarse por completo con analgésicos comunes si hay un problema dental importante.
Guía paso a paso: acciones inmediatas a seguir
A continuación, te explicamos los pasos básicos que puedes dar para intentar aliviar el malestar de forma segura:
- Enjuaga suavemente la boca con agua tibia para limpiar la zona afectada. Evita usar líquidos muy fríos o calientes que puedan incrementar la incomodidad.
- Con cuidado, pasa hilo dental alrededor del diente sensible; en ocasiones, el dolor se debe a restos de comida atrapados entre los dientes.
- Pon una compresa fría en la mejilla durante 10 minutos, dejando intervalos entre cada aplicación, para disminuir la hinchazón. No uses calor.
- Toma un analgésico habitual si ya lo sueles hacer y es seguro para ti (como paracetamol o ibuprofeno). No emplees aspirina en niños, ni la apliques directamente en el diente o encías. Si estás embarazada, en período de lactancia o utilizas anticoagulantes o medicación crónica, consulta previamente con un profesional de salud.
- Evita masticar por el lado afectado, así como consumir alimentos duros o pegajosos y bebidas excesivamente azucaradas o muy frías o calientes.
- No te automediques con antibióticos; estos solo deben usarse bajo indicación médica específica, y prescripción.
Si a pesar de estas medidas el dolor persiste, contacta con tu dentista para determinar la causa del mismo. Si usas ortodoncias o tienes una corona temporal y notas movilidad o roce incómodo, deberás informar de esto al solicitar la cita.
Señales de advertencia: cuándo acudir urgentemente al dentista
Solicita atención urgente si experimentas alguno de los siguientes síntomas:
- Hinchazón en la cara o encías, fiebre o sensación de malestar general.
- Dolor intenso que interrumpe el sueño y/o que no se alivia con analgésicos comunes.
- Dificultad para abrir la boca, tragar o respirar.
- Traumatismos que muestren una fractura del diente o sangrado que no cesa.
- Supuración (salida de pus) o un mal sabor persistente en la boca.
Estos síntomas pueden ser indicativos de una infección o un problema en la pulpa dental y por eso es fundamental recibir una evaluación profesional lo antes posible.
Causas comunes del dolor y sus tratamientos
Como ya hemos indicado, el dolor de muelas puede tener múltiples orígenes, desde problemas simples hasta afecciones más complejas. Algunas de las causas más comunes son:
- Caries y pulpitis: A medida que la caries progresa, se irrita el nervio dental, causando un dolor agudo o palpitante. Dependiendo de la gravedad, el tratamiento puede oscilar entre un empaste conservador y una endodoncia para conservar la pieza dental.
- Fisuras o fracturas: Una grieta puede causar dolor al morder o al estar expuesta al frío. Se evaluará la posibilidad de una reconstrucción, una incrustación o la colocación de una corona, siempre buscando mantener la mayor cantidad de estructura dental posible.
- Empastes que presentan filtraciones o coronas mal ajustadas: facilitan la entrada de bacterias y pueden causar sensibilidad. Generalmente, esto requiere una reparación o un reemplazo del material.
- Afecciones en las encías (gingivitis/periodontitis): se manifiestan con sangrado, sensibilidad y, en ocasiones, dolor localizado. El tratamiento incluye una higiene profesional, recomendaciones sobre el cepillado y, si es necesario, intervenciones periodontales.
- Erupción de muelas del juicio: su aparición puede causar inflamación en la encía adyacente (pericoronaritis). El tratamiento abarca una higiene cuidadosa, enjuagues sugeridos por el profesional y, en ciertos casos, la extracción de dichas muelas.
- Sinusitis maxilar: provoca un dolor sutil en los molares superiores. El diagnóstico diferencial es crucial para evitar tratamientos indebidos.
- Bruxismo: el hábito de apretar o rechinar los dientes puede generar dolor al despertar y sensibilidad al masticar; a menudo, se alivia mediante el uso de férulas de descarga y ajustes en la mordida.
Resumiendo…
El dolor de muelas actúa como una señal de alarma que debe ser atendida rápidamente.
Y para identificar con exactitud la causa habrá que realizar una revisión completa que incluya pruebas de frío/calor y percusión, radiografías digitales…
¿Estás sufriéndolo ahora mismo? Llámanos a la Clínica Dental Elena Bocage de las Arenas para pedir cita y te atenderemos rápidamente.
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