Aunque puede parecer que no tienen mucho que ver, cada vez hay más estudios que muestran una conexión directa entre las enfermedades bucales -como la periodontitis- y los problemas cardiovasculares.
Por eso en el artículo de hoy, las profesionales de la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, queremos ayudarte a entender cómo una buena salud bucal puede ser clave también para cuidar tu corazón.
¿Qué relación hay entre la salud de la boca y la del corazón?
La boca es la “puerta de entrada” al organismo. En ella viven millones de bacterias: algunas no hacen daño, pero otras pueden volverse un problema si no se controlan bien.
Y una mala higiene dental puede facilitar que estas bacterias entren en el torrente sanguíneo a través de encías inflamadas o con heridas, llegando a alcanzar órganos importantes como el corazón.
Además, cuando estas bacterias llegan a la sangre, pueden favorecer también la formación de placas en las arterias (aterosclerosis), provocar inflamación crónica o incluso causar infecciones como la endocarditis.
¿Qué enfermedades bucales están más relacionadas con el corazón?
Hace falta señalar que no todas las patologías bucales afectan por igual al sistema cardiovascular. Algunas de las más importantes son:
1. Gingivitis y periodontitis
Primero, dejemos claros los términos: ambas son enfermedades periodontales, es decir, relacionadas con las encías.
Por un lado, está la gingivitis, una inflamación leve causada por la acumulación de placa bacteriana que, más allá de una predisposición genética, suele desarrollarse a causa de no cepillarse correctamente o no usar hilo dental.
(También hay otros factores que la provocan en menor medida, como cambios hormonales, tabaquismo, diabetes… por eso cada caso debe estudiarse y atenderse individualmente)
Los síntomas más comunes de la gingivitis son encías rojas, hinchadas o sensibles, sangrado al cepillarse o usar hilo dental, mal aliento constante y, en algunos casos, retracción de las encías.
Todo esto puede sonar muy mal… pero dentro de este tipo de enfermedades no es la más agresiva, ya que es reversible.
Ahora bien, hay que tener mucho cuidado con ella porque si no se trata a tiempo puede evolucionar a una periodontitis, una infección más grave que afecta a los tejidos que sostienen los dientes haciendo que estos se aflojen o incluso se caigan.
Y es que, si la placa bacteriana acumulada a causa de la gingivitis no se elimina, esta se endurece y acaba creando el sarro, cuyas bacterias dañan tanto el tejido como el hueso. Y, lamentablemente, la periodontitis es irreversible, aunque puede controlarse con tratamiento profesional y buenos hábitos de higiene bucal.
¿Y qué tiene todo esto que ver con el corazón?
Se ha demostrado que las personas con enfermedad periodontal tienen un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, ya que las bacterias que se cuelan en la sangre a causa de esta condición pueden dañar las arterias y empeorar la presión arterial.
2. Infecciones dentales agudas
Un absceso dental (acumulación de pus) o una infección mal tratada también puede hacer que ciertas bacterias se cuelen en el torrente sanguíneo. Aunque es menos común, esta situación puede causar infecciones sistémicas y aumentar el riesgo de complicaciones graves, especialmente en personas con enfermedades cardíacas previas.
3. Pérdida temprana de dientes
Perder dientes, especialmente si se debe a problemas en las encías, también puede ser una señal de alerta. A menudo es un indicador claro de una mala higiene bucal y, posiblemente, de otros hábitos que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
¿Qué dice la ciencia?
Varios estudios realizados en España y el resto de Europa han confirmado la conexión entre salud dental y salud cardiovascular.
Por ejemplo, la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) advierte que, a mayor gravedad de periodontitis, mayor es el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
También el Consejo General de Dentistas de España junto con la Fundación Dental Española han publicado informes que analizan la relación entre las enfermedades bucodentales y varias patologías sistémicas, entre ellas las cardiovasculares.
Y aunque no se puede decir al cien por cien que una enfermedad dental sea el causante directo de problemas cardiacos, sí que comparten muchos factores de riesgo: tabaquismo, diabetes, inflamación crónica, mala higiene…
Cuidar tu boca también es cuidar tu corazón
Resumiendo: cuidar de tu boca no solo es una cuestión de estética, sino también de bienestar general… ¡y de salud cardiovascular!
Para reducir el riesgo basta con prestar atención a rutinas de nuestro día a día como: cepillarse correctamente los dientes, usar hilo dental, realizarse limpiezas profesionales, hacerse revisiones regulares…
Además, si presentas otros factores de riesgo como hipertensión o colesterol alto, este cuidado debe ser aún más importante.
Recuerda: en la Clínica Dental Elena Bocage de las Arenas, tratamos tu salud bucal de forma integral, teniendo siempre en cuenta tu bienestar general. ¡Una sonrisa sana también puede ser el reflejo de un corazón fuerte!
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