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Según la OMS, el estrés, junto con otros trastornos mentales y neurológicos, afecta a una gran parte de los seres humanos que habitamos el planeta.

Aunque las cifras pueden variar, está estudiado que una parte significativa de la población mundial experimentará estrés en algún momento de sus vidas, con porcentajes que pueden oscilar entre el 25% y el 75% dependiendo del contexto específico y la población estudiada.

Y en nuestro país, según una encuesta del INE, aproximadamente el 30% de la población adulta ha reportado sentirse estresada frecuentemente.

Unos datos que por sí solos ya deberían resultar preocupantes. Ahora bien… ¿afecta el estrés a la dentadura?

La respuesta es que el estrés es una patología que afecta a la salud de todo el organismo y los dientes no son una excepción, pudiendo causar:

  • Bruxismo
  • Mala higiene bucal
  • Empeoramiento de la inflamación de las encías

Por eso en el artículo de hoy de la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, vamos a analizar estas problemáticas derivadas de un alto nivel de estrés.

El bruxismo derivado del estrés

¿Tienes a menudo dolores de cabeza, dolor de mandíbula por la mañana o durante el día, o has notado que sus dientes se han acortado?

Todo esto es consecuencia del bruxismo, que es el acto involuntario de rechinar o apretar los dientes, principalmente durante la noche cuando duermes, pero también durante el día cuando estás sobrecargado, con prisa o simplemente cuando estás estresado.

Un acto que puede tener varias consecuencias negativas tanto a nivel dental como en otros aspectos de la salud. Algunas de las más comunes son:

Consecuencias Dentales

Desgaste dental: El rechinar de los dientes puede llevar a un desgaste significativo del esmalte dental, lo que puede resultar en dientes más cortos, planos o dañados.

Fracturas dentales: La presión excesiva puede causar fracturas en los dientes o incluso la pérdida de piezas dentales.

Sensibilidad dental: La exposición de la dentina debido al desgaste del esmalte puede aumentar la sensibilidad dental a temperaturas extremas y alimentos ácidos o dulces.

Problemas con empastes y prótesis: El bruxismo puede causar daños en empastes, coronas, puentes y otros trabajos dentales, reduciendo su durabilidad y eficacia.

Consecuencias en la Articulación Temporomandibular (ATM)

Dolor de mandíbula: El constante apretamiento y rechinamiento pueden causar dolor en la mandíbula y en los músculos faciales.

Trastornos de la ATM: El bruxismo puede contribuir al desarrollo de trastornos temporomandibulares, que pueden incluir síntomas como dolor en la mandíbula, clicks o chasquidos al abrir y cerrar la boca, y dificultad para masticar.

Consecuencias Musculares

Dolor y fatiga muscular: Los músculos que participan en la masticación pueden doler y fatigarse debido al esfuerzo constante… unas consecuencias que también pueden extenderse a otras áreas del cuerpo como el cuello y los hombros.

Cefaleas y dolores de cabeza: El bruxismo puede provocar dolores de cabeza tensionales, especialmente al despertar, debido al esfuerzo muscular sostenido durante la noche.

Además de todo lo mencionado, el bruxismo -que recordemos puede ser generado por el estrés- también merma la calidad de vida produciendo alteraciones del sueño (que pueden llevar a problemas de insomnio y fatiga diurna) y puede producir dolor de oído (al afectar a la articulación temporomandibular) e incluso tinnitus (zumbido en los oídos).

¿Cuál es la solución para el bruxismo?

La principal forma de protegerse de bruxismo es mediante el uso de férulas de descarga o guardas nocturnas: unos dispositivos de plástico que se colocan sobre los dientes mientras se duerme para protegerlos del desgaste causado por el rechinar.

Y para eliminar el estrés que puede llegar a causar este bruxismo también es aconsejable seguir terapias para reducir el estrés, ya sea psicológica, o mediante técnicas de relajación como la meditación, el yoga, la respiración profunda y la terapia cognitivo-conductual.

La mala higiene bucal derivada del estrés

El estrés está asociado generalmente a un estilo de vida agitado que también se puede observar a través de los hábitos alimentarios: a menudo comemos «de pie» y una mala alimentación con una higiene bucal reducida provoca la formación de caries.

Todo esto, puede provocar además problemas gástricos, por lo que es normal que las personas afectadas por el estrés vomiten de forma bastante habitual, lo que afecta el esmalte de los dientes haciéndolos más susceptibles a las caries porque el ácido del vómito los «devora».

En estos casos se recomiendo cepillarse los dientes después de cada vomitona, o al menos, enjuagarse la boca con agua.

Empeoramiento de la inflamación de las encías debido al estrés

El estrés afecta al sistema inmunológico y puede provocar problemas cardíacos, aumento de la presión arterial, empeoramiento de la diabetes, aparición más frecuente de aftas y herpes… Y los medicamentos que se toman para tratar estas afecciones pueden afectar indirectamente la salud de las encías, haciéndolas más susceptibles a la inflamación y el sangrado.

¿Qué otras causas asociadas al estrés afectan negativamente a los dientes?

Morderse las uñas

Muchas personas en situaciones de estrés se muerden las uñas, lápices y objetos similares. Un mal hábito puede tener graves consecuencias como: dañar el esmalte dental y provocar infecciones bucales y la transmisión de bacterias o virus desde las manos, a través de la boca, al resto del cuerpo.

Aftas

Las aftas a menudo se desarrollan debido a la falta de vitamina B y a altos niveles de estrés.

¿Crees que puedes tener un problema dental asociado el estrés? Pídenos hora llamando a la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas al teléfono 94 480 29 87 | 686 788 201

 

 

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