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Hay muchos deportes cuya práctica requiere del uso de un protector bucal para proteger nuestra dentadura.

De forma natural, el primero que viene a la cabeza por verlo en series y películas, es el protector bucal de boxeo, el conocido “bocado”. Sin embargo, este elemento también es imprescindible proteger nuestros dientes cuando practicamos otros deportes como rugby, balonmano, BMX, artes marciales, el hockey sobre hielo, el fútbol americano, el skate…

Tanto si eres principiante como experimentado, el protector bucal es un elemento de seguridad fundamental para prevenir lesiones.

Por eso en este artículo de la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas te vamos a dar los mejores consejos para elegir la férula que mejor se adapte a ti.

 

¿Por qué usar protector bucal?

Como ya hemos mencionado antes hay muchos deportes, que suponen un riesgo real para los dientes. Eso ha llevado a que su uso sea obligatorio en un gran número de ellos.

Y es que, por ejemplo, antes de que se popularizara el uso de protectores bucales, las lesiones dentales representaban casi la mitad de las lesiones relacionadas con el fútbol americano.

El papel de este accesorio es tanto más esencial cuanto que las lesiones dentales suelen ser largas y difíciles de tratar y, en determinados casos, pueden dejar marcas permanentes y desfigurar al paciente.

Afortunadamente, los protectores bucales reducen el riesgo de lesiones dentales en casi un 90%.

Además, también presentan una función secundaria que es la de proteger los tejidos blandos: lengua, mucosas y labios. Por último, destacar también que usar un protector bucal ayuda a reducir el riesgo de conmoción cerebral y lesión en el cuello.

 

¿Cómo funciona un protector bucal?

El protector bucal actúa exactamente como un airbag en la boca, es decir, ayuda a absorber un impacto que, de otro modo, habrían recibido los dientes y los tejidos.

El impacto no sólo es absorbido por los materiales del protector bucal, sino que además la fuerza del mismo se reparte por toda su superficie reduciéndolo enormemente.

Además, sus materiales lisos y redondeados evitan lesiones en los tejidos blandos en caso de impacto y evitan así cortes y/o mordidas.

¿Cómo elegir un buen protector bucal?

Hay que tener en cuenta muchos criterios para que la elección del protector bucal sea la mejor posible. Aquí te damos unas cuantas claves

1- Diferentes tipos de protectores bucales existentes

Los protectores bucales pueden dividirse en tres tipos principales:

El protector bucal universal.

Este modelo está directamente listo para usarse.

Suele haberlos de diferentes tallas: junior y adulto, o pequeño, mediano y grande. Estos protectores bucales ofrecen una protección reducida.

El protector bucal semiadaptable o termoformable.

En este caso corresponde al propio deportista amoldarlo a sus dientes.

El interior suele estar forrado con un material que se ablanda al sumergirlo en agua hirviendo para poder moldearse segun los dientes del usuario.

El protector bucal a medida.

Se fabrica según las impresiones precisas tomadas por un dentista para una protección óptima.

Dentro de estas tres categorías principales, también existen ciertas variaciones. Por ejemplo, también existen protectores bucales de ortodoncia adecuados para aparatos dentales, como el protector bucal tipo Shock, una opción que está disponible para los tres tipos principales de protectores bucales.

Incluso hay protectores bucales equipados con un gel aromatizante, es decir, que difunden un sabor agradable en la boca, en lugar de nano gel, power gel o cualquier otro material habitual que se use para envolver los dientes.

2- Protectores bucales únicos y dobles

También es posible elegir entre un protector bucal “único”, que solo cubrirá los dientes de la parte superior de la boca, o un protector bucal “doble” que protege tanto los dientes superiores como los inferiores.

Problema: la doble protección, aunque proporciona una protección más completa, en ocasiones puede dificultar la respiración.

¿Cuándo se coloca correctamente un protector bucal?

Un protector bucal bien colocado no debe moverse, ni estar suelto y tampoco de interferir con la respiración.

Es fundamental que no se mueva porque en este caso la protección de los dientes se vería seriamente comprometida, pudiendo incluso el propio protector provocar lesiones y laceraciones de las mucosas.

 

¿Cómo se moldea un protector bucal termoformable?

Moldear un protector bucal termoformable es un proceso sencillo, pero que hay que realizar siguiendo las instrucciones al pie de la letra, ya que de lo contrario se corre el riesgo de reducir la protección. Por norma general, los pasos a seguir son:

  1. Hierve agua y luego déjala enfriar fuera del fuego durante 30 segundos.
  2. Sumerge el protector bucal en agua hirviendo el tiempo que se indique en el envase.
  3. Ponlo un par de segundos bajo un chorro de agua a temperatura ambiente, para evitar que se queme
  4. Colócate el protector bucal y muerde fuertemente mientras succionas a a vez que presionas con los dedos.
  5. Sumerge el protector en un recipiente con agua fría durante 30 segundos.
  6. Colocarlo en la boca para comprobar el moldeado, que el dispositivo no se mueve y que es cómodo de llevar. Si no, repite todos los pasos.

¿Tienes alguna duda más respecto a los protectores bucales? Si es así, no dudes en contactar con nosotros llamando a la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas. Estaremos encantadas de atenderte.

 

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