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¿Te gustaría mejorar el cuidado diario de tus dientes?

Si estás buscando una forma efectiva de complementar tu rutina de higiene oral, el irrigador bucal puede ser la respuesta que buscas.

Por eso en este artículo que hemos preparado en la Clínica Dental Elena Bocage en Las Arenas te explicaremos cómo usarlo adecuadamente para mantener una higiene oral óptima. Funcionamiento, frecuencia recomendada… exploraremos todo lo que necesitas saber para aprovechar al máximo estos dispositivos.

La ciencia detrás del irrigador bucal

El irrigador bucal, también conocido como irrigador dental o hidropulsor, es un dispositivo de higiene oral que utiliza un chorro de agua a presión para limpiar los espacios entre los dientes y alrededor de las encías.

Este chorro de agua concentrado, combinado con la pulsación, ayuda a eliminar los restos de alimentos y placa bacteriana que el cepillado convencional y el hilo dental pueden no alcanzar.

Así, al realizar una limpieza profunda, el irrigador dental contribuye a reducir el riesgo de enfermedades de las encías, caries y otros problemas dentales.

Además, este aparato también es especialmente útil para personas con aparatos ortodónticos, implantes dentales u otros condicionantes que dificultan el uso del hilo dental.

Frecuencia de uso del irrigador bucal

La mayoría de los dentistas y especialistas en higiene oral recomiendan utilizar el irrigador bucal una vez al día, como complemento al cepillado y el uso del hilo dental.

El momento idóneo para su uso es, preferiblemente, antes de acostarse, ya que de esta forma permite eliminar los residuos y bacterias acumulados durante el día, reduciendo así el riesgo de placa bacteriana y problemas dentales.

De todas formas, si se tienen problemas específicos, como encías sensibles o enfermedades de las encías, el profesional del cuidado dental puede recomendar una mayor frecuencia de uso.

Incorporando el irrigador bucal en tu rutina de cuidado oral

Para aprovechar al máximo los beneficios del irrigador bucal, es importante utilizarlo correctamente y de manera efectiva.

Aquí tienes algunos consejos para incorporar el irrigador bucal en tu rutina diaria de cuidado oral:

Ajustar la presión: Los irrigadores bucales generalmente tienen diferentes niveles de presión. Lo recomendable es con la presión más baja e ir subiéndola en función de la comodidad y necesidades.

Utilizar agua tibia: Para una experiencia de uso más cómoda y relajante, es recomendable llenar el depósito del irrigador bucal con agua tibia.

Apuntar correctamente: Debe colocarse la punta del irrigador bucal en un ángulo de 90 grados hacia la línea de las encías y los espacios entre los dientes. De todas formas, hay que asegurarse de apuntar hacia la encía y no hacia el diente en sí, para evitar dañar el esmalte dental.

Ser consistente: Para mantener una higiene oral óptima y reducir el riesgo de problemas dentales a largo plazo lo recomendable es, como ya hemos mencionado, utilizar el irrigador bucal con regularidad, al menos una vez al día.

Beneficios adicionales del irrigador bucal

Además de mejorar la salud de tus encías y dientes, el irrigador bucal también ofrece otros beneficios adicionales para tu bienestar oral:

Reducción del mal aliento: El irrigador bucal elimina las bacterias y restos de alimentos que causan mal aliento, dejando tu boca fresca y limpia.

Masaje de encías: El chorro de agua del irrigador bucal también puede proporcionar un masaje suave para las encías, mejorando la circulación y promoviendo una mayor salud gingival.

Mejora de la sensibilidad dental: Al limpiar de manera más suave y profunda, el irrigador bucal puede ser una opción menos irritante que otros métodos para personas con sensibilidad dental.

Otra ventaja del irrigador bucal es su versatilidad, ya que algunos modelos vienen con diferentes tipos de boquillas que permiten ajustar el flujo y el patrón del chorro de agua según las necesidades individuales de cada usuario.

Estas boquillas adicionales suelen estar preparadas para dirigirse a áreas específicas de la boca, como los espacios interdentales o los brackets, optimizando la limpieza y garantizando una higiene oral completa.

¿Y dónde puedo comprarlo?

Hoy en día es muy habitual encontrarlos en las zonas de cuidado dental de los supermercados, en grandes almacenes, tiendas de electrodomésticos e internet, desde aproximadamente 20-25€.

Resumiendo… 

1- El irrigador dental es una práctica herramienta, muy sencilla de utilizar, que te permitirá disfrutar de una sonrisa más fresca, limpia y saludable… a la vez que reduces el riesgo de acumular placa bacteriana y otros problemas dentales.

2- La mayoría de los dentistas y especialistas en higiene oral recomiendan utilizar el irrigador bucal una vez al día, preferiblemente antes de acostarse, como complemento al cepillado y el uso del hilo dental: así se eliminan los residuos y bacterias acumulados durante el día.

3- Además de una mejorar el cuidado de encías y dientes, el irrigador dental ayuda a eliminar el mal aliento, causa menos problemas de sensibilidad dental y proporciona un suave masaje a las encías que mejora la circulación y la salud gingival.

Si tienes alguna duda respecto al uso de los irrigadores dentales, contacta con nosotros:

en la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas, daremos respuesta a todas tus preguntas.

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