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Una correcta limpieza dental es primordial para garantizar la salud bucodental. Por eso, además de cepillar nuestros dientes con frecuencia, usar hilo dental (o cepillos interdentales) y visitar periódicamente al odontólogo, es muy recomendable utilizar también regularmente irrigador dental. ¿Sabes lo que es?

Un irrigador dental es un cómodo y práctico aparato que sirve para complementar el cepillado de los dientes en casa.

Su funcionamiento es muy sencillo: genera un chorro de agua a presión que al ser dirigido a los dientes arrastra la suciedad dejada por restos de comida llegando hasta zonas de difícil acceso para el cepillo dental.

Este innovador aparato resulta muy práctico para complementar la rutina de limpieza dental y por eso en la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas te lo recomendamos y estaremos encantados de ayudarte a usarlo de manera correcta para que evites las caries y la acumulación de placa.

 

Pasos para utilizar el irrigador dental

A pesar de que el uso de un irrigador dental es de por sí práctico e intuitivo, aquí tienes unos sencillos consejos que garantizan sus beneficios para que puedas sacarle el máximo partido posible.

  1. Antes de utilizar el irrigador dental, debes realizar la limpieza bucodental de costumbre haciendo uso correcto del cepillo e hilo dental o cepillos interdentales.

  2. Rellena el depósito de tu irrigador dental con agua. Opcionalmente puedes añadir si quieres un poco de enjuague bucal. Eso sí, antes de agregar el enjuague bucal debes verificar si en las instrucciones de uso de tu equipo eso está permitido (y en caso de duda, consúltalo con tu odontólogo).

  3. Selecciona la boquilla según el propósito de uso de tu irrigador dental. Algunos modelos te dan la opción de elegir entre boquillas clásicas, ortodóncicas, periodontales, para la eliminación de placa… Si lo desean, en la Clínica Dental Elena Bocage de Las Arenas podremos asesorarte sobre la boquilla que más se ajusta a tus necesidades.

  4. Expulsa la presión remanente del irrigador dirigiendo el chorro de agua hacia el lavabo.

  5. Ahora sí, inclínate hacia el lavabo y coloca la boquilla de tu equipo sobre tus dientes intentando conseguir un ángulo de 90 grados.

  6. Activa el irrigador y apunta la corriente de agua entre tus piezas dentales y por toda la extensión de la línea de las encías. Regula la presión del agua según tus gustos.

  7. No es recomendable utilizar el irrigador dental más de 5 minutos.


Beneficios del irrigador dental

Este aparato complementario del cepillado, si es usado correctamente puede proporcionarte múltiples beneficios entre los cuales destacan:

  • Reduce la placa bacteriana: El chorro de agua a presión que sale del irrigador dental ayuda a barrer la placa dental que tiende a acumularse en los dientes, lo cual evita la proliferación de caries y sarro dental.
  • Limpieza de las zonas de difícil acceso: Con el cepillo de dientes muchas veces dejamos zonas de la boca sin limpiar; el irrigador llega a esas zonas facilitando la limpieza y la higiene de nuestros dientes.
  • Evita el mal aliento: Al tener dientes más limpios se evita el mal aliento ya que este es causado por las bacterias que se encuentran en la placa bacteriana.
  • Reduce las manchas: Algunos alimentos dejan residuos que pueden ocasionar manchas dentales, por lo que al usar el irrigador se desprenden esas sustancias permitiendo la reducción de dichas manchas.
  • Complementa la limpieza de prótesis y aparatos de ortodoncia: Si usas este tipo de aparatos, con ayuda del irrigador podrás limpiarlos en profundidad para evitar que se acumule suciedad en ellos. Solo debes consultar con tu odontólogo cuál es la boquilla más apropiada.
  • Es fácil de usar: Este práctico utensilio de higiene bucal puede ser usado por cualquier persona ya que no requiere de ningún entrenamiento previo, haciéndolo ideal para crear en los niños el hábito de la higiene bucodental.
  • Es económico: Su bajo coste lo hace accesible al público en general por lo que podrás tener resultados efectivos con una inversión mínima. Claro está, existen modelos más costosos, pero eso dependerá de las características del producto.
  • Es indoloro: Su uso no causa dolor ni incomodidad, por lo que es una opción ideal para todos los miembros de la familia. Esta herramienta de cuidado dental no produce sangrado de las encías como pueden llegar a producir otros productos de cuidado dental como la seda o los cepillos interdentales.

 

Como habrás podido comprobar si has leído hasta aquí, es evidente que este equipo aporta múltiples beneficios a tu salud dental; sin embargo, recuerda que es un instrumento complementario cuyo uso no sustituye los cuidados cotidianos como el cepillado y el uso de hilo dental.

Asimismo, ten también en cuenta que el uso del irrigador dental no reemplaza la limpieza dental profesional. Por tanto, lo recomendable sigue siendo realizar visitas periódicas al dentista para asegurar una salud bucodental óptima.

 

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